El té: fuente de salud e hidratación
El té se ha utilizado como bebida refrescante durante siglos. Es la bebida más consumida en el mundo después del agua. Se ha dicho del té que tiene efectos beneficiosos para la salud, pero ¿lo confirman los últimos avances científicos? ¿Es el té una fuente de hidratación? El Consejo de Información sobre Alimentos de la Unión Europea elaboró un informe sobre las últimas investigaciones y afirma “El té es una excelente fuente de hidratación y, debido a su elevado contenido en flavonoides, tiene propiedades saludables que no se encuentran en otras bebidas”.

Se afirma que es la bebida más protectora de todas las que se consumen habitualmente.
El té se prepara añadiendo agua caliente a las hojas de la planta del té, Camellia sinensis. Este proceso se llama infusión. Los tés de hierbas o de frutas, a pesar de su nombre, no son tés estrictamente hablando, ya que provienen de otras especies de plantas (por ejemplo, el tilo). Se utilizan diferentes métodos de procesamiento para producir los cientos de variedades de té, según su fermentación estos tés pueden ser negros, verdes u “oolong”.
El té se puede beber como una simple infusión o se le pueden añadir leche, limón o azúcar. Sin embargo, se necesita más investigación para entender en qué grado y mediante qué mecanismos esto afecta a la biodisponibilidad de los diferentes polifenoles.
¿Es bueno el té para la salud?
Existen muchas más investigaciones publicadas sobre el té verde que sobre los otros tipos de té. Un exhaustivo análisis hecho en 2014, que estudió las asociaciones entre los grupos de alimentos y bebidas y las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, señaló que el té era la bebida más protectora de todas las que se consumen habitualmente. Las personas que más té consumían presentaban una importante reducción del riesgo de diabetes de tipo II (un 16%), de enfermedades cardiovasculares (un 28%) y de cáncer (un 34%), aunque otros estudios no han puesto de manifiesto que exista una relación clara entre el té y el cáncer. Otro estudio amplio indicó que cada taza de té diaria adicional se traducía en una mortalidad por todas las causas un 9% inferior. Muchos de los beneficios indicados se han atribuido a la presencia de unos polifenoles específicos llamados flavonoides, que tienen un efecto beneficioso en los vasos sanguíneos gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, pero también se ha sugerido que la cafeína y el flúor son igual de importantes.
Cabe la posibilidad de que los flavonoides del té protejan contra la caries dental, entre los mecanismos sugeridos se incluyen efectos antivirales y antimicrobianos. Además, el té es fuente de flúor, que mejora la salud dental al fomentar la resistencia a la caries. Sin embargo, lo más importante para gozar de una salud dental adecuada sigue siendo el buen cuidado dental general.
Cafeína en el té y cuánto se debe beber
El tiempo de infusión es lo que marca principalmente la cantidad de cafeína en el té, que puede variar de 1 a 90 mg por cada 100 ml. No obstante, los “tés” herbales o de frutas no suelen contener cafeína. Los estudios han demostrado que una ingestión moderada de cafeína puede ser beneficiosa en el rendimiento físico y la atención. Por otro lado, un exceso de cafeína puede afectar al sueño. Otro conocido efecto de la cafeína es su capacidad para actuar como un diurético suave (haciendo que el cuerpo pierda agua), pero hay estudios que señalan que esto solo resulta preocupante en casos de altas dosis de cafeína. Por ejemplo, beber de seis a ocho tazas de té no afecta negativamente a la hidratación.

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