Este certamen, organizado por Publitec con la dirección técnica de Cristian Digirolamo, fue un desafío que encontró la acogida de una gran cantidad de inscriptos. La mayoría jóvenes talentos amantes de las pastas. La idea de organizar un torneo en torno a las pastas surgió a partir del desarrollo extraordinario que está experimentando este segmento económico-gastronómico. Las pastas han ampliado mucho su consumo y hoy pueden verse en los locales especializados muchos diferentes tipos de pastas simples o rellenas, pero también acompañadas de salsas clásicas y otras exóticas.

La tecnología impulsa esta proyección, ya que existen en el mercado importantes fabricantes nacionales que diseñan equipamientos para todas las escalas, desde los más básicos y de baja producción hasta aquéllos de fabricación continua. Lo importante según Digirolamo, es saber ocupar el rol del pastero, empleando la tecnología en forma adecuada y combinándola con su ingenio y creatividad en rellenos, sabores, condimentos y acompañamientos. Las empresas patrocinantes fueron Rinaudo, Mercopack, Agrocomercial Vagnoni y Compañia Molinera del Sur. Con 15 equipos compitiendo en dos categorías (pastas sin relleno y pastas rellenas), los jurados Andrés Chaijale, Adrián Asato, Gustavo Dante Gutiérrez Aparicio, Aldo Ferreyra y Aquiles González Sviatschi tuvieron una árdua tarea. En Pastas No Rellenas la ganadora fue Rachele Giuseppina Sanna, mientras que en Pastas Rellenas triunfó Marianela Basualdo.
AQUILES GONZÁLEZ SVIATSCHI
Los concursos gastronómicos tienen mucha importancia. Eso va mucho más allá de la competencia, del hecho de ganar: se pueden ver nuevas técnicas, experimentar, aprender de otros. En el tema específico de las pastas, hay un gran margen para evolucionar. Yo soy de una nueva generación de cocineros, a mí me interesa ver cómo los distintos cocineros y cocineras van más allá de la tradición, de la pasta italiana, de la nonna… Quiero ver cómo podemos usar esas bases para crear algo nuevo, lleno de dinámica y evolución. Además, tenemos un país muy amplio, con una vasta cantidad de ingredientes y materias primas y disponibilidad de recursos para innovar y crear cosas nuevas. Y esto vale para toda la gastronomía, no sólo para las pastas, La gastronomía se tiene que ver como algo dinámico, algo contingente, no estable y sintético. Siempre hay que ver las tendencias, no ignorarlas, y ver que es algo que va cambiando. Todos los que nos dedicamos a esto vemos la importancia de profesionalizarnos, capacitarnos, aprender a respetar las materias primas, los tiempos, el trabajo que no se ve en el plato. Entonces, todo implica un aprendizaje, y las competencias son buenas instancias para lograrlo.
