SIMES S.A.: Nuevas instalaciones de la planta Monte Vera

Desde febrero de 2023 Simes S.A. se encuentra produciendo en las instalaciones de su nueva planta en la ciudad de Monte Vera, en las proximidades de Santa Fe. El diseño de esta planta tiene en cuenta no sólo la producción actual sino los futuros crecimientos, lo que le permite trabajar con mayor comodidad y continuar su expansión conforme a las nuevas exigencias del mercado, incorporando nuevas maquinarias y tecnología para continuar con su reconocida calidad y con la consiguiente mejora de la oferta económica a sus clientes. SIMES, empresa santafesina próxima a cumplir 54 años, inicio sus actividades en un pequeño local ubicado en la ciudad de Santa Fe, corazón de la cuenca lechera de nuestro país. Creada en sus inicios para atender los equipos de proceso en la industria de alimentos, pronto comenzó a fabricar equipos con tecnología propia para cubrir las necesidades del mercado nacional. La aceptación de los mismos hizo que traspongan la frontera de nuestro país y a partir del  año 1978 se originan sus primeras exportaciones. Si bien Simes es exportadora al mercado externo en forma directa, también lo es en forma indirecta, cuando sus equipos se incorporan a plantas llave en mano realizadas por empresas de ingeniería locales y del exterior. Esta empresa argentina es una de las pocas fabricantes en América de los homogeneizadores de pistones y los atomizadores para cámaras spray, lo que le ha permitido atender a firmas de gran trayectoria, reemplazando a marcas de primera línea mundial. También se destaca por otros equipos desarrollados con una tecnología distinta de la tradicional, como el elaborador continuo de dulce de leche. Los equipos fabricados con tecnología propia, bajo las normas sanitarias requeridas por las empresas de primera línea, representan una solución para la industria de proceso. Además, Simes ofrece una atención personalizada a cada requerimiento de los clientes, ofreciendo la mejor opción técnico económica, con el importante valor agregado de una rápida respuesta a las necesidades tanto técnicas como del servicio post-venta. Principales productos • Equipo para elaboración continua de dulce de leche, pulpas de frutas, frutas cubeteadas, dulces, mermeladas, jugos naturales y concentrados. • Homogeneizadores de pistones, media y alta presión. • Atomizador Centrífugo para secado en Cámaras Spray. • Lavadoras de recipientes, bandejas, canastos, moldes y baldes de helados. • Mezcladores para sólidos con líquidos para trabajo en bach o en línea. • Bombas inoxidables sanitarias, centrífugas, positivas y de pistones. Más información: info@simes-sa.com.ar / ventas@simes-sa.com.ar www.simes-sa.com.ar

Bienestar animal: un bien vital para un mundo más sostenible

El bienestar animal es un tema complejo y delicado que nos hace reflexionar sobre nuestra relación con los animales y nuestra responsabilidad ética hacia las especies que las comunidades humanas utilizan y afectan para diferentes usos. Se trata de un tema que cada vez suscita más interés en el público, sobre todo desde el punto de vista ético, y que también debe considerarse a través del prisma de las interacciones humanas más sostenibles y responsables con los animales. En efecto, el bienestar animal no puede abordarse independientemente de un contexto más amplio que implica hacer concesiones con el fin de alcanzar un equilibrio entre las necesidades y las limitaciones de la sociedad. Las percepciones sociales modernas y las consideraciones científicas cuestionan las prácticas actuales, sobre todo en lo que respecta a los sistemas de producción animal, a los que se dedica una quinta parte de la población mundial. Ha llegado el momento de cambiar de paradigma en cuanto a la forma en que los seres humanos interactuamos con los animales, para su beneficio y el nuestro. Las comunidades humanas han interactuado con los animales, desde los albores de la civilización, utilizándolos como alimento, vestido, medio de tracción y fuerza de trabajo. Cada año se crían y sacrifican más de 80 billones de animales terrestres (pollos, patos, cerdos, cabras, vacas, pavos) [2] para el consumo de carne. Esto sin contar el número de animales acuáticos criados y sacrificados para el consumo. Si bien los animales también constituyen una fuente única y fundamental de ingresos, transporte, protección, ocio y compañía, mantener un equilibrio entre su utilización y el respeto de su bienestar es una cuestión compleja y a menudo controvertida. El bie-nestar animal depende de diferentes percepciones, recursos y capacidades, y tiene importantes implicaciones económicas y de políticas comerciales. El bienestar animal cubre múltiples aspectos, ya sea científicos, éticos, económicos, culturales, jurídicos, sociales, religiosos y políticos. Durante mucho tiempo, la base de las evaluaciones de la calidad de vida de los animales estuvo vinculada con consideraciones culturales, pero en las últimas décadas, numerosos estudios han aportado argumentos sólidos y con fundamentos científicos sobre el impacto perjudicial de condiciones de bienestar precarias en la producción animal y en otros ámbitos. En la actualidad, el bienestar animal ocupa un lugar importante en el debate público: los consumidores se preocupan cada vez más por la manera cómo se producen sus alimentos, especialmente en lo relacionado con la cría, el transporte y el sacrificio de los animales. Estas preocupaciones han inducido a un cambio en los hábitos de consumo e incluso han llevado a algunos gobiernos a introducir medidas sobre bienestar animal con implicaciones para el comercio internacional, lo que sin duda plantea retos para los modelos de producción actuales y para otras actividades que tienen repercusiones en el bienestar animal, como las medidas de control de enfermedades. El bienestar animal constituye, por lo tanto, un tema de política pública que cada vez adquiere más importancia, tanto a nivel nacional como internacional. Se debe hacer la diferencia entre bienestar animal y crueldad hacia los animales – El bienestar animal designa el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere [3]. – La crueldad hacia los animales designa el daño causado intencionalmente a un animal o los actos de negligencia, como no proveerle alimentos, agua, abrigo o cuidados veterinarios necesarios. Bienestar animal: un factor clave para la sostenibilidad De manera general, la percepción de bienestar animal depende de la situación socioeconómica de cada país, la cual determina el nivel de sensibilización y la capacidad de dar prioridad a este tema. Más allá de las cuestiones éticas, es importante reconocer los beneficios que conlleva el hecho de mejorar el bienestar animal, puesto que no se limita a una cuestión técnica aislada específica del sector animal, sino que afecta a la sociedad en general y tiene implicaciones para la sanidad animal y la salud humana, la economía, el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Si bien las mejoras del bienestar animal requieren inversiones específicas, estas se compensan con una serie de beneficios, como una cría y producción de animales más sostenibles, así como interacciones más positivas entre los seres humanos y todos los animales. El bienestar animal y la sanidad animal se benefician mutuamente Mejorar la sanidad animal contribuye a mejorar el bienestar animal; particularmente, el control de las enfermedades de los animales terrestres y acuáticos no sólo reduce el dolor y el sufrimiento, sino también la necesidad de proceder al sacrificio selectivo para evitar la propagación de enfermedades que pueden tener un impacto económico considerable o que suponen un riesgo para la salud pública. En este sentido, el uso de herramientas preventivas, como la vacunación, resulta esencial para combatir las enfermedades contagiosas de los animales (por ejemplo, la fiebre aftosa o la peste de pequeños rumiantes). Gracias a estas medidas, los productores pueden proteger la sanidad de sus rebaños y a garantizar una mejor calidad de vida a sus animales. Por su parte, mejorar el bienestar animal tiene una repercusión positiva en su salud, puesto que al mejorar la gestión de los sistemas de producción y reducir el hacinamiento, se reducen tanto la carga de las enfermedades como las lesiones y las infecciones posteriores. Estos factores permiten disminuir la necesidad de recurrir a distintos tratamientos, incluidos los antimicrobianos. En resumen, las prácticas de bienestar animal disminuyen los riesgos para la sanidad animal y la salud pública humana, como la resistencia a los antimicrobianos, y permiten una producción de alimentos más sostenible. El bienestar animal protege el bienestar humano El destino de los animales está inextricablemente ligado al de los seres humanos, puesto que los animales domésticos y silvestres interactúan permanentemente con el medio ambiente. Estas interacciones son benéficas para la sociedad y el uso de los animales en la agricultura, como mascotas, para el ocio y el entretenimiento, contribuyendo así significativamente al bienestar humano [5]. El trato respetuoso a los animales fomenta la empatía y la compasión