Afectó a búfalos de agua en la provincia de Brandeburgo, alrededor de Berlín
El 10 de enero, Alemania registró sus primeros casos de fiebre aftosa desde 1998 en una manada de búfalos de agua en Hönow, Brandeburgo, cerca de la ciudad de Berlín. En consecuencia, el país europeo perderá su reconocimiento de “libre de fiebre aftosa sin vacunación” por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal. Ante la noticia, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de la Argentina dispuso la
suspensión de las importaciones de mercancías capaces de vehiculizar el virus de la fiebre aftosa procedentes de Alemania y ordenó reforzar los controles en fronteras nacionales terrestres, aeropuertos y puertos.
La Ministra de Agricultura de Brandeburgo, Hanka Mittelstädt, informó que tres búfalos de agua habían muerto debido a la enfermedad. Como primera respuesta, los 11 búfalos restantes de la misma manada fueron sacrificados para minimizar el riesgo de propagación y se estableció una zona de exclusión de 3 kilómetros alrededor de la granja afectada. Alrededor de 200 cerdos de un criadero cercano al origen del brote también fueron sacrificados como medida de precaución y se impusieron restricciones de movimiento a los animales susceptibles (rumiantes y cerdos). Incluso los zoológicos de Berlín cerraron sus puertas como prevención.
El 13 de enero, el laboratorio nacional de referencia del Instituto Friedrich Loeffler (FLI) confirmó que el brote de fiebre aftosa detectado en búfalos pertenece al serotipo O.
Aunque este serotipo es habitual en regiones como Oriente Medio y Asia, aún se desconocen el origen y la vía de entrada del virus en el ganado alemán. Las autoridades destacaron que existen vacunas efectivas contra este serotipo almacenadas en el banco de antígenos de fiebre aftosa de Alemania, una herramienta diseñada para responder a este tipo de brotes, que puede garantizar la producción de vacunas específicas en pocos días.
El plan de emergencia instaurado incluyó la realización de pruebas en todos los animales biungulados en las proximidades de la zona afectada para determinar el alcance del brote y evaluar si será necesario el uso de la vacuna, así como planificar otras medidas de contención. Con la confirmación de la enfermedad, Alemania perdió por el momento su reconocimiento como “libre de fiebre aftosa sin vacunación” por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal.
En nuestro país, el SENASA adoptó medidas de prevención tras la alerta sanitaria notificada por Alemania ante la Organización Mundial de Sanidad Animal. En primer lugar, suspendió las importaciones de mercancías capaces de vehiculizar el virus procedentes de ese país, como semen bovino y productos y subproductos de origen rumiante (bovinos, bubalinos, ovinos y caprinos), porcinos y de caza. Además, se solicitó a las autoridades del país europeo ampliar la información epidemiológica del evento. La restitución de las importaciones, dependerá de la evolución del mismo y del reconocimiento futuro que la OMSA otorgue a Alemania una vez que se dé por finalizado.