El documento recomienda cómo optimizar el monitoreo y la mitigación del riesgo a medida que se propaga la cepa H5N1
En medio de una ola de infecciones de influenza aviar en el ganado y otros mamíferos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado nuevas directrices que asesoran a sus miembros sobre cómo implementar programas de vigilancia eficaces para la detección temprana de la influenza en el ganado.
Desde su aparición hace más de dos décadas, el virus H5N1 de la influenza aviar altamente patógena (IAAP) ha evolucionado en varios clados. El clado 2.3.4.4b, detectado por primera vez en 2021, ha demostrado una capacidad significativa para infectar a una amplia gama de especies, incluidas aves silvestres, aves de corral y, más recientemente, mamíferos terrestres y marinos, incluidos tigres, osos, focas y gatos y perros domésticos. Las detecciones en ganado lechero en 2024, junto con los casos entre trabajadores agrícolas expuestos a ganado infectado, subrayan la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de vigilancia. “Teniendo en cuenta la propagación mundial de la influenza A(H5N1) del clado 2.3.4.4b, se espera que se propague de las aves al ganado (y probablemente del ganado a los humanos) en otros países”, afirma la publicación de la FAO “Recomendaciones para la vigilancia de la influenza A(H5N1) en el ganado, con una aplicación más amplia a otros mamíferos de granja”.
Según el documento, la mejora de la notificación debería centrarse en las zonas de alto riesgo, como las que tienen poblaciones densas de aves de corral o ganado lechero o actividad de aves migratorias, y debería estudiarse la posibilidad de recurrir a fuentes informales, como los cambios en los precios del mercado, las redes sociales y las redes comunitarias. Las directrices están diseñadas para mejorar la detección temprana de eventos de propagación y apoyar medidas de control de enfermedades basadas en evidencia, con el objetivo de ayudar a los Estados Miembro a optimizar el uso de recursos limitados mediante el aprovechamiento de las actividades de vigilancia existentes para lograr sus objetivos de vigilancia. Estas recomendaciones tienen una aplicación más amplia a otras especies de ganado de cría.
Lo que se sabe de influenza aviar en bovinos
El período de incubación parece durar entre 12 y 21 días y es probable que esté influenciado por múltiples factores, incluida la vía de exposición, la dosis viral, la fase de producción del animal y otros factores aún desconocidos. Hay evidencia de que ocurre transmisión horizontal entre el ganado, incluida entre vacas infectadas subclínicas, aunque el mecanismo exacto sigue siendo poco claro. El virus se elimina en la leche en altas concentraciones, por lo que es probable que tanto los fómites contaminados con leche infectada como la transmisión mecánica contribuyan a la propagación del virus. La evidencia de la secuenciación viral sugiere que el virus puede propagarse desde tambos afectados a las instalaciones avícolas cercanas. Los síntomas observados en el ganado afectado incluyen una menor producción de leche, leche espesa similar al calostro, menor ingesta de alimentos, letargo, fiebre y deshidratación. Sin embargo, en algunos animales, la infección puede no producir ningún signo clínico, lo que hace que sea potencialmente difícil de detectar.
Queda mucho por entender sobre la transmisión de la influenza aviar H5N1 entre el ganado bovino, pero parece estar impulsada por los movimientos de ganado infectado y posiblemente por el personal o el equipo compartido entre granjas. La evidencia también sugiere que se ha propagado entre tambos infectados y criaderos avícolas cercanos. Otras especies también se han visto afectadas, incluidos gatos y ratones. También se ha observado propagación de aves de corral a cerdos. Incluso si los cerdos no muestran signos de enfermedad, representan un tema de preocupación ya que pueden catalizar la recombinación genética de los virus de la influenza aviar y humana, con la posibilidad de crear nuevas cepas con potencial pandémico.
Recomendaciones de la FAO
Las recomendaciones de la FAO proponen que el objetivo mínimo de vigilancia para todos los países sea detectar rápidamente los casos de propagación de la influenza aviar de alta patogenicidad (H5N1) de las aves a especies no aviares, incluido el ganado. En caso de detectarse, los profesionales veterinarios y de la salud deben estar preparados para desencadenar una respuesta rápida, reforzar las medidas de mitigación de riesgos y generar evidencia para respaldar la toma de decisiones y la formulación de políticas. Los sistemas de vigilancia básicos pero eficaces comienzan por alentar a los agricultores a que notifiquen por sí mismos las enfermedades sospechosas y aprovechen las visitas rutinarias de los veterinarios. Estos sistemas se pueden ampliar mediante pruebas durante las campañas de vacunación, el seguimiento de los informes de los grupos de productores e industriales sobre la reducción de la producción de leche y la adopción de estrategias de muestreo basadas en el riesgo.
Estas estrategias deben tener en cuenta factores como la geografía, los patrones de migración de las aves silvestres, la estacionalidad, las poblaciones animales y las observaciones clínicas a lo largo de la cadena de valor de los productos lácteos. En caso de que se confirme un caso de influenza aviar de alta patogenicidad (HPAI) H5N1 en una vaca, se debe informar de inmediato a las autoridades de salud pública y se deben iniciar investigaciones para determinar si los trabajadores de la granja y otros contactos humanos cercanos han estado expuestos o infectados.
https://openknowledge.fao.org/items/4c29fcb1-67e2-4a37-a780-cb4fe0c9f253