Alberto León – Presidente del Comité Científico

Compartir:

¿Qué lugar ocupa, en el contexto sociopolítico argentino, este congreso?

Creo que hoy se da un fenómeno muy particular. Todo el ecosistema científico, tecnológico, docente y de innovación ha ido aprendiendo a vincularse con las empresas y a trabajar en cooperación con ellas. En forma paradójica, en este momento estamos sufriendo una andanada de agresiones que no tienen que ver sólo con la disminución del presupuesto sino con ataques provenientes del gobierno nacional, con insultos, degradación, lo que tiene que ver con una visión de país para la cual la ciencia es poco o nada útil. Ese es el principal problema que estamos atravesando en este momento. Por eso, en lugar de estar produciendo para un país que quiere servirse de los conocimientos que producen nuestros científicos para favorecer el desarrollo y la innovación, estamos encontrando pequeños resquicios en algunas industrias que aún quedan que tienen algún interés, pero el aparato productivo está en retroceso, por lo tanto, no se le ocurre invertir en I+D.

¿Cómo repercute eso?

Tengo becarios que se doctoraron y que con el recorte no tuvieron la beca postdoctoral; no solamente se pierde un recurso humano altamente calificado, sino que además se corta una línea de investigación porque no habrá quien la pudiera seguir. Otro caso, el Instituto de Ciencia y Tecnología Córdoba, dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba, cuenta con unos treinta investigadores y unos treinta becarios. Yo lo estoy dirigiendo desde hace dos años y veo a los jóvenes cómo están mirando los clasificados y visitando ferias para buscar dónde insertarse y resolver su futuro, porque no podemos ofrecerles seguir con sus capacitaciones. Tenemos gente que tiene el ingreso aprobado a la carrera de investigador, sin embargo, no los nombraron, se les acabó la beca y se quedaron en la calle esperando una designación para la cual ya estaban avalados, evaluados y aprobados. Éstos y otros hechos puntuales están enmarcados en un concepto de país que prescinde de la ciencia y la tecnología, lo que significa prescindir de la soberanía del conocimiento.

Los científicos argentinos no merecen eso…

Lo más lamentable es que ocurre en un momento en que estamos mejor preparados para el trabajo conjunto con el sector productivo empresario. Siempre la Argentina ha hecho innovación. No llegan a diez los países en el mundo que fabrican radares, satélites, que puedan poner cohetes en el espacio, hagan el desarrollo de la siembra directa y de precisión, la producción de vacunas, etcétera. Todo esto son logros del campo científico técnico argentino. Aquí mismo, en Córdoba, la industria metalúrgica ha llegado lejos. Pero lo que quiero significar es que no se trata de hechos aislados, sino que todo el sistema científico tecnológico está puesto en valor a lo largo de toda la cadena. Todos los que trabajan están involucrados en generar más valor, aún aquellos que ocupan lugares básicos.

¿Qué hechos favorecieron este compromiso de todo el sector científico tecnológico?

En principio éramos varios que estábamos insistiendo en que la ciencia tiene que tener un “para qué”. Pero, además, un hecho fortuito como la pandemia hizo que muchos investigadores decidieran aplicar logros de sus investigaciones en temas no considerados antes. El CONICET y el sistema científico fueron capaces de apreciar esos cambios y no castigarlos como hubieran hecho en otra época. Eso hace que ahora haya científicos que hacen repelentes, por ejemplo. En otro momento a esos investigadores se les hubiera dicho “nosotros te pagamos para que trabajes en la frontera del conocimiento. Empezá a producir papers y no te pongas a producir repelentes. Hoy se entienden esas necesidades y ese involucramiento de la gente de ciencia en los problemas del país.

¿Qué factores propiciaron el éxito de este IX Congreso?

Entre otros aspectos, creo que el temario es muy atractivo. La conferencia plenaria inicial fue pensada como un tema transversal a todos los sectores para abrir un panorama de por dónde se vincula la ciencia y la tecnología con el sector empresario productivo. Después hemos programado conferencias sobre etiquetado y denominación de origen. Es importante también la mirada sobre alimentos fermentados proveniente del CERELA, y otro tema muy interesante es el de “Alimentos para la Salud Mental: mito o realidad”. Y así podría seguir nombrando ponencias que están a cargo de disertantes calificados de la Argentina y del exterior. Por otra parte, el cierre de este congreso lo hará la Dra. Cristina Añón, que fue mi directora de tesis hace muchos años. A ella la Universidad Nacional de Córdoba le otorgará el título de Doctora Honoris Causa por su trayectoria intachable y ella nos ofrecerá la conferencia plenaria final titulada “Mirando al futuro”.  Más allá de las dificultades mencionadas, luego de la clausura de este IX Congreso comenzaremos a trabajar sobre el próximo, que queremos que sea muy especial, ya que se trata de la décima edición.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Edit Template

Empresas

  • All Posts
    •   Back
    • Empresas
    • Artículos
    • Novedades
    • Contenido patrocinado
Edit Template

Contenido patrocinado

  • All Posts
    •   Back
    • Empresas
    • Artículos
    • Novedades
    • Contenido patrocinado
Edit Template

Artículos

  • All Posts
    •   Back
    • Empresas
    • Artículos
    • Novedades
    • Contenido patrocinado
Edit Template

Últimas entradas

  • All Posts
  • Alimentación Latinoamericana
    •   Back
    • Empresas
    • Artículos
    • Novedades
    • Contenido patrocinado
Edit Template